jueves, 18 de abril de 2013

Planificación financiera.

Planificación financiera para tu nuevo negocio.

Si estás pensando en ponerte a trabajar por tu cuenta creando un negocio, no olvides planificar las finanzas de la empresa. Las herramientas que nos ayudan en la gestión del día a día en la empresa son el balance de situación que nos dice donde hemos invertido y las fuentes de financiación, la cuenta de resultados, los presupuestos, sobre todo el presupuesto de tesorería, y los cuadros de mando.

Planificación financiera: el presupuesto es una herramienta para la planificación y administración de la empresa, requiere adoptar un criterio, conocimiento del negocio y de la situación del mercado. De otra forma perderá funcionalidad.

El nivel de detalle puede ser ilimitado: 
Por departamentos: ventas, compras, producción, marketing, … 
Por zonas geográficas, oficinas, delegaciones. 
Por productos, servicios, por comerciales, por responsables...
 
El horizonte temporal puede ser plurianual, anual, trimestral, mensual, semanal, ¿diario?

Recomendable la cuenta de resultados y el balance. Como consecuencia, el presupuesto de tesorería (control sobre cash flow). En algún momento, debe centralizarse (normalmente en el área financiera). 
En función del nivel de detalle, permite diferentes niveles de control.

Se recomienda separar entre flujos operativos: explotación, impuestos, capital circulante, capex o inversiones de bienes de capitales; 
flujos financieros: intereses, principal, nueva deuda, capital, dividendos; y otros flujos extraordinarios.

Control y seguimiento del presupuesto: l
a estructura del presupuesto permite evaluar la marcha de la actividad de la empresa. Se compara la gestión realizada con la planificada, si son razonables los objetivos que de manera financiera y simplificada hemos establecido, nos sirve para conocer durante el proyecto la desviación respecto del objetivo inicial, nos ayuda a decidir sobre medidas correctivas que tenemos que tomar por las desviaciones, estableciendo prioridades de gestión, y nos sirve para estimar las necesidades financieras, o superávit, que se esperan para poder optimizar la gestión de la caja. 

La perspectiva temporal puede ser: 
Anual: permite fijar los objetivos de crecimiento del negocio y plasmar la estrategia financiera.
Corto plazo (mensual o trimestral, por ejemplo): permite trazar un objetivo muy realista y prever cuales serán las necesidades financieras próximas de
la empresa. Las dos perspectivas se deben y se pueden combinar.
 
Referencia y flexibilidad: m
arca los hitos a conseguir y es la referencia para el control financiero del negocio. La circunstancia empresarial es cambiante y el presupuesto no puede preverlo todo, por lo que se debe aceptar cierta flexibilidad en las hipótesis de su diseño. Un alto nivel de rigidez dificultaría en exceso la gestión. Enlace de interés:

Cómo hacer un plan financiero para tu nuevo negocio.

Espero que esta introducción a la planificación financiera os ayude en la gestión del negocio. Saludos.

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