Radiografía laboral de los mayores de 45 años.
Prejuicios laborales, impacto
del paro de larga duración...
No todo son malas noticias
para los senior en el ámbito
profesional. A la tendencia
que habla de recuperar y explotar
la experiencia de los
mayores desde nuevos modelos
profesionales, se une ahora
el dato de que por primera
vez en un primer trimestre de
año ha descendido el paro entre
los mayores de 45 años: un
3,4%.
Según el VII Informe Mayores
de 45 años de la Fundación
Adecco, “los mayores de
45 están siendo los auténticos
protagonistas del nuevo empleo:
de todo el generado en el
último año, un 76% ha sido
para ellos”. Mientras que
62.500 personas entre 25 y 34
años han perdido su ocupación
en los últimos 12 meses,
380.900 mayores de 45 años
han ganado un empleo.
Según la Fundación
Adecco, “los mayores
de 45 años fueron uno de los
grupos más afectados por la
destrucción de empleo, llegando
a representar más del
40% de los desempleados.
Por pura estadística y con la
reactivación de la economía,
ahora empiezan a recuperar
lo que habían perdido. El gran
reto que tiene nuestro mercado
es equilibrarse, de modo
que no discrimine a nadie por
su edad, sino que fije la atención
en el talento y no en la fecha
de nacimiento”.
Paro de larga duración. A pesar de que el nuevo empleo
tiene como protagonistas
a los mayores de 45, no hay
que olvidar que ellos, más que
nadie, sufren el paro de larga
duración antes de colocarse.
De hecho, un 75% de los encuestados
con empleo reciente,
estuvo más de un año en
paro hasta encontrar la ocupación
actual.
Por eso, el reciclaje
se ha convertido en un imperativo
en la carrera profesional, especialmente cuando
se superan los 45 años.
Según los datos del INE, un
71% de los que aún está en paro
es de larga duración. La mayoría
de ellos –concretamente
un 56,4%– supera los dos
años, mientras que un 15% lleva
más de 12 meses sin empleo.
Por el contrario, los jóvenes
menores de 34 años tardan
menos en volver a trabajar,
descendiendo los parados
de larga duración al 54%, 17
puntos porcentuales menos.
Barreras de acceso. Además de con algunos prejuicios
empresariales, los mayores
de 45 años se encuentran
con otras barreras que
lastran sus oportunidades laborales: Un 62% no adapta su currículo a cada oferta, sino que
utiliza uno genérico para todas.
Hoy ya no sirven los “uniformes”
universales. Según la
Fundación Adecco, es necesario
hacer trajes a medida y
resaltar en cada candidatura
lo que más nos interesa.
Un 67% cree que será descartado,
incluso antes de hacer
la entrevista. Aquí, la actitud
y la seguridad resultan
clave para encontrar empleo.
La escasa confianza en uno
mismo implica una merma de
las oportunidades laborales.
Un 90% no utiliza las redes
sociales: Este canal es hoy
fundamental. Hay ofertas que
solo están en las redes. Así, los
candidatos activos en Linkedin
y Twitter son percibidos
como más “actuales” por las
empresas.
Un 82% de los senior no se
preocupa de llenar los tiempos
prolongados de inactividad
profesional. Es necesario
tener en cuenta que los gap en
el currículo no dan buena
imagen: deben ocuparse con
actividades que enriquezcan
la candidatura.
Prejuicios contra los que tienen más de 45. Los mayores de 45
creen que lo que suele
convertirles en
protagonistas del paro
de larga duración es
precisamente su edad.
En general, las empresas
se muestran reacias a
contratarlos por diferentes
prejuicios y estereotipos
relacionados con su
madurez, como que el
mayor de 45 años estará
sobre-cualificado y exigirá
contratos más estables y/o
mejor remunerados.
También suele decirse
que el senior está menos
preparado que el joven, que
tiene menos familiaridad
con la tecnología, con lo que
puede costarle mucho más
interiorizar la dinámica
del puesto.
Otro prejuicio habitual es
pensar que el mayor de 45
años será menos flexible
para hacer horas extra
o para viajar.
En todo caso, las
compañías deben
prepararse para resolver
sus necesidades con una
fuerza laboral envejecida.
Varias generaciones
tendrán que convivir en las
organizaciones, y éstas
tendrán que conciliar
diversos intereses, culturas,
modelos de trabajo y
de compromiso. Las
compañías tienen que
concienciarse sobre la
importancia del talento de
los sénior, considerando su
vinculación con el mercado
laboral.
Son necesarias
políticas de reclutamiento
que se ajusten a los
criterios del mercado y
que tengan en cuenta la
experiencia como un valor
añadido, con la aplicación
de estrategias específicas
que permitan a los mayores
mantener su rendimiento.
Esta convivencia generacional obligará
a concebir nuevos modelos
de empresa y a diseñar
los itinerarios profesionales:
las nuevas generaciones
presentan un modelo de
colaboración no tan
estructurado como el de las
anteriores.
Nuevas salidas
profesionales
para mayores. Parece evidente que
tendremos que trabajar
más tiempo, y también
que crece una
generación denominada
‘U’ (’Underetired’, los
que no se retiran) , que
prolonga su vida laboral
no sólo en compañías
tradicionales. Muchos
empiezan a valorar
la posibilidad de
emprender y crear sus
propias empresas como
salida profesional eficaz
y adaptada a la nueva
situación de un
mercado laboral que
demanda experiencia;
que pide profesionales
que hayan lidiado con
situaciones adversas.
Hoy se valora la
ponderación, el juicio y
el criterio, porque hacen
falta personas con
vivencias y sentido
común. El talento
maduro sabe adaptarse
al entorno; genera
serenidad y se
sobrepone a los
obstáculos; se implica
en el trabajo en equipo;
y tiene más capacidad
de comprometerse
con proyectos comunes.
Hay quien asocia
a los miembros de la
‘generación X’ con la
categoría que se
denomina ‘Generativity’,
que es la capacidad
para guiar a la siguiente
generación, con un plus
de productividad y de
creatividad. Se trata
de una capacidad de
liderazgo productiva
para convertirse en
creadores de nuevas
compañías que coincide
con la ‘mentalidad start
up’.
Quienes cuentan
entre 40 y 65 años han
sufrido los rigores de
los despidos de otras
décadas, y esto les
proporciona un
contacto con el mundo
real y les ha llevado a
desarrollar
herramientas eficaces
y capacidades de
supervivencia, así como
una notable flexibilidad
para manejar
situaciones
complicadas. Es una
competitividad que
encaja casi
perfectamente en un
entorno de mayor
dureza y exigencia.
Espero que el mercado laboral mejore y todos, jóvenes y no tan jóvenes, encontremos pronto trabajo, un saludo y suerte en la búsqueda activa de empleo.
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